La falta de habilidades digitales y estrategias de digitalización efectivas han dificultado bastante el proceso de digitalización. En pocos sitios se ha hecho el problema tan evidente como en el sector público. Y si existe un sector que se puede beneficiar de la eficiencia y organización que puede traer la transformación digital es precisamente este.

 

Reconociendo las demandas del público de un servicio más agilizado y simplificado, el gobierno español puso en marcha hace un año su Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas 2021-2025, como parte de su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y de la iniciativa España Digital.

 

El debe lidiar con un obstáculo: la escasez de habilidades digitales de muchos empleados públicos y profesionales con dichas habilidades en el mercado laboral.

 

El gobierno, consciente de este problema, estableció como uno de los puntos clave de su iniciativa España Digital el desarrollo de las competencias digitales, dentro de las cuales destacan el Plan Nacional de Capacidades Digitales y Educa Digital. El problema es que ninguno de estos planes ha sido plenamente implementados aún y la necesidad de talento digital no para de crecer.

 

La Administración Pública debe cambiar de mentalidad y acercarse al problema no solo desde el punto de vista de la inversión de recursos, sino también en cómo se gestiona. El público exige un servicio eficiente, conveniente y adaptado a las nuevas tecnologías que dominan.

 

Cornerstone, una plataforma de experiencia del talento, detalla una serie de puntos clave que toda institución pública debe abordar si quiere digitalizarse con éxito:

 

– Ser un punto de atracción para el talento: Un cambio de imagen es esencial, la visión que se tiene muchas veces de la Administración Pública es la de un dinosaurio que se mueve a paso de tortuga, no es la mejor percepción para atraer a la innovación.

 

– Cambio estructural y organizacional: Enlazando con el punto anterior, las instituciones públicas muchas veces viven en su propia burbuja, ignorando la realidad fuera de dicha burbuja. No se puede mantener el modelo anterior y digitalizarse a la vez.

 

– Replantearse las estrategias de contratación: De nada sirve digitalizarse si se siguen buscando los mismos perfiles de siempre. Hay que buscar personal que entienda las necesidades de un mundo digital.

 

– Educación digital de los empleados: La solución debe empezar dentro de las propias instituciones públicas, entrenando a los empleados en competencias digitales. Es importante enfatizar que no solo es un beneficio para el público, sino para ellos también.

 

– Automatización de tareas: Una parte esencial del proceso de digitalización es la automatización de procesos redundantes o que requieren poca habilidad para maximizar la eficacia en los procesos administrativos.

 

Las administraciones públicas tienen por delante varios retos y cambios esenciales para poder incorporarse al nuevo mundo digital. Esto empieza por encontrar a las personas adecuadas que sepan gestionar un espacio digitalizado y adaptado al nuevo ritmo de un público familiarizado con las nuevas tecnologías, sin olvidarse de entrenar a los empleados que ya están dentro. Los primeros pasos ya se han dado, ahora solo hace falta darles más fuerza.

 

Fuente: observatoriorh.com

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