Estamos viviendo momentos de profunda reflexión sobre el lugar de la mujer en muy diversos ámbitos de la vida y en especial dentro del sector empresarial. Los retos y obstáculos que frenan el desarrollo de las mujeres así como de políticas públicas y de acciones para promover su crecimiento profesional dentro de las empresas son temas frecuentes.
Sin duda, la transformación digital que estamos viviendo abre grandes oportunidades para que las empresas cumplan su compromiso de atender a la diversidad y la inclusión, integrando a profesionistas con capacidades tecnológicas, en especial dando oportunidades laborales a mujeres que todavía conforman un porcentaje reducido en la industria. Las mujeres en esta rama no solo aportan conocimiento y talento sino compromiso social e innovación.
La oportunidad para las empresas es enorme. En 2020, el 37% del Producto Interno Bruto (PIB) de la economía nacional fue generado por mujeres, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Sin embargo, en ese mismo año y a consecuencia de la pandemia, casi un millón de mujeres en México dejó de ser económicamente activo.
Para atender esta brecha de desocupación de las mujeres es necesario impulsar una nueva cultura laboral que propicie ambientes de trabajo de respeto e innovadores, en los que las mujeres puedan desarrollar toda su capacidad y talento y maximizar sus aportaciones.
Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, realizada por el INEGI y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ha habido un notable avance de conectividad y acceso a nuevas tecnologías en el país. El estudio indica que hay 88.6 millones de usuarios de internet, cifra que equivale al 76.5% de la población mayor de 6 años de edad. Esto significa que en México 7 de cada 10 personas cuentan con conectividad, no lejos de los niveles de conectividad de países como Japón, Estados Unidos, Suecia y Corea del Sur, donde 9 de cada 10 habitantes son usuarios de internet.
Pese a estos resultados alentadores, persisten varias brechas digitales en México con rezagos detectados en materia de género, ámbito rural y ubicación geográfica. El desafío es que el país siga avanzando en la transformación digital pero, al mismo tiempo, lograr una conectividad igualitaria; cambiar los datos que hoy indican que hay más hombres que mujeres con acceso a internet y a las tecnologías de la información. Es fundamental, para crecer como sociedad, avanzar en el estado de bienestar e impulsar los motores de desarrollo, promoviendo la paridad de género, avanzar en la inclusión y la diversidad.
También hay más datos alentadores. De acuerdo con el estudio Mujeres Directivas 2021 de Grant Thornton –una empresa global de consultoría– nueve de cada diez empresas de todo el mundo tienen al menos una mujer en sus equipos de dirección. Cuando, en 2004, Grant Thornton comenzó a informar sobre el número de mujeres en puestos de alta dirección la proporción que ocupaban las mujeres en puestos de liderazgo en todo el mundo era tan sólo del 19%. A lo largo de los últimos 17 años, la tendencia global a largo plazo demuestra una trayectoria positiva, sin caer nunca por debajo de ese primer nivel registrado.
Desde 2017, momento en el que una cuarta parte de los puestos directivos fueron ocupados por mujeres, se continuó avanzando, pero de forma lenta e irregular. El año pasado, Grant Thornton informó que el avance se había estabilizado y que el número global se había mantenido en 29%, cifra registrada en 2019.
En 2021, Grant Thornton anunció que había motivos para ser optimistas, ya que la cifra alcanzó el año pasado el 31%, lo que indica que es probable que, en poco tiempo, un tercio de los puestos de alta dirección estén ocupados por mujeres.
Actualmente, existe un gran potencial para que el liderazgo femenino destaque en conocimientos y habilidades en tecnología, que cuente con la capacidad de adaptarse al cambio e innovar constantemente, y que desarrolle una visión que anticipe riesgos y genere oportunidades de negocios. Estas habilidades, más la empatía y el compromiso, son importantes en los niveles de liderazgo.
Hay empresas que están abriendo brecha. Un ejemplo interesante es el del grupo financiero español BBVA que tiene una clara estrategia de inclusión, que marca tendencia en México y el mundo. BBVA se ha puesto la meta al 2024, de que el 35% de sus puestos de alta dirección, a nivel global, sea ocupado por mujeres. En México, más de la mitad de su plantilla laboral la ocupan mujeres; sin embargo, el porcentaje va disminuyendo conforme se aproxima a cargos directivos, pero la aspiración principal de la empresa es equilibrar esas cifras, sumando cada vez más talento femenino en los puestos de más alto nivel.
El sector de tecnología es otro en el que, después de varios años de lucha, las mujeres nos vamos abriendo camino. Todavía persiste una menor presencia de mujeres en cargos directivos, pero gracias a las capacidades, talento y capacidad de innovación de las mujeres en este campo, grandes empresas están apostando por nosotras.
La clave es que, hoy en día, también hay mayor interés de las mujeres por formarse en carreras vinculadas a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Esto es relevante porque, en línea con la tendencia global, está creciendo la demanda de capital humano con formación y habilidades para desempeñarse en los trabajos digitales.
Fuente: educaciónfutura.org