Starlink, el servicio de internet satelital de Elon Musk, perderá 40 de los 49 satélites que lanzó el 3 de febrero al espacio, debido a una tormenta geomagnética que tuvo lugar un día después del despegue. Esto representa un duro golpe para el negocio del también dueño de Tesla.
De acuerdo con el Servicio Geológico de los Estados Unidos, las tormentas geomagnéticas son periodos de variación rápida del campo magnético causados típicamente por una fuerte oleada de vientos solares y pueden dañar la electrónica y los satélites en órbita.
En este caso, la tormenta causó hasta un 50% más de resistencia a comparación con lanzamientos anteriores, lo cual impidió que los satélites desplegados alcanzaran su órbita adecuada alrededor de la Tierra.
Si bien la empresa dijo que intentó hacerlos volar “de canto (como una hoja de papel)”, con el propósito de reducir ese arrastre, la tormenta generó una ficción que actuó en contra del movimiento de los satélites y es por ello que 40 se quemarán en la atmósfera de la Tierra en vez de alcanzar sus destinos.
Los satélites que salieron de su órbita, según lo dicho por SpaceX a través de un comunicado, no presentan riesgo de colisión, además de que se quemarán por completo cuando vuelvan a ingresar a la atmósfera y no impactarán con el suelo.
“Esta situación única demuestra los grandes esfuerzos que ha hecho el equipo de Starlink para garantizar que el sistema esté a la vanguardia de la mitigación de desechos en órbita”, escribió la compañía en su comunicado; sin embargo, el poco impacto de los desechos espaciales fue puesto en duda el mes pasado.
Según un nuevo estudio en torno a los satélites Starlink, estos han generado rayas de luz solar reflejadas que estropean las imágenes celestiales de los observatorios, un asunto que genera preocupación entre los astrónomos, pues podría dificultar la detección de asteroides peligrosos.
Para solucionar este problema, en 2020 SpaceX generó un nuevo diseño en sus dispositivos, a los cuales les agregó “parasoles” para que fuera menos brillantes y si bien este elemento generó que los reflejos fueran más débiles, aún son visibles para los telescopios de los observatorios.
Hace unos días, especialistas de la Unión Astronómica Internacional se mostraron “profundamente preocupados” por el creciente número de constelaciones de satélites lanzados en órbitas terrestres bajas y anunciaron la creación de un Centro para la Protección del Cielo Oscuro y Tranquilo de la Interferencia de la Constelación de Satélites.
Este organismo se encargará de convertirse en la voz principal de los asuntos astronómicos relacionados con la protección del cielo oscuro, además de actuar como un centro de información y recursos a los que cualquier grupo pueda contribuir y del que pueden obtener apoyo. Y es que, a mediados de enero, SpaceX superó el hito de lanzamiento de 2,000 satélites, pero sus planes no terminan ahí, pues tiene contemplado conseguir la aprobación para formar una segunda constelación con hasta 30,000 satélites, cuyo objetivo es brindar cobertura global de internet.
Fuente: Expansion.mx