Los investigadores fueron mucho más productivos durante el confinamiento y los meses de teletrabajo obligado por la pandemia que las investigadoras. Así lo refleja una de las encuestas realizadas por Hayet Kerras durante su investigación doctoral en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), ejemplo de que la brecha digital de género se reproduce también en colectivos muy cualificados a causa de factores socioculturales como la falta de corresponsabilidad familiar. “Las mujeres dedican de media dos horas al día más que los hombres a tareas en el hogar”, detalla.

 

Su tesis, “Análisis de la brecha digital de género de poblaciones vulnerables y en riesgo de exclusión social’, dirigida por la investigadora de la misma institución María Dolores de Miguel Gómez y codirigida por Susana Bautista Blanco, de la Universidad Francisco de Vitoria, recopila cinco de los nueve artículos de investigación que ha publicado en revistas internacionales, en los que —junto a los cuatro que aún tiene en revisión— aborda el desigual acceso y uso entre géneros a las tecnologías de la información y la comunicación en cuatro países de la ribera mediterránea occidental: España, Francia, Argelia y Marruecos.

 

“Las diferencias son visibles en todos los países, ya sean desarrollados o en vías de desarrollo; son especialmente grandes en zonas rurales y de bajos ingresos, y las sufren aún más las mujeres migrantes y quienes tienen alguna discapacidad”, resume la investigadora de procedencia argelina.

 

“Yo misma sufrí la brecha digital, pese a tener estudios superiores, cuando vine a Cartagena y advertí que no tenía experiencia haciendo trámites online o utilizando el Aula Virtual, que no existía en Argelia”, rememora quien llegó a la UPCT para cursar el máster MBA con una beca de la Fundación Mujeres por África, y quien hoy es doctora del programa en Ciencias Económicas, Empresariales y Jurídicas.

 

La brecha digital de género tiene “consecuencias muy graves: un mayor desempleo, trabajos peor pagados y más precarios, infrarrepresentación en los sectores de mayor futuro y una pérdida de estima y valor social para la mujer”, enumera Kerras, subrayando que la falta de igualdad de oportunidades “dificulta la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

 

Uno de los hallazgos de la tesis es que las trabajadoras del sector agrario tienen una brecha digital de género menor que el conjunto de mujeres rurales por su mayor implicación en la economía. La doctora y su directora de tesis participan en el proyecto europeo Greenworal que fomenta el emprendimiento verde entre las mujeres de zonas rurales.

 

Fuente: murciaeconomia.com

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