Muchos otros factores intervienen e impactan de forma negativa para impedir lograr la igualdad de acceso y de uso de un dispositivo, pero también del servicio de internet móvil. La brecha de género existe también en este ámbito y son 900 millones las mujeres que deberán adoptarlos hasta 2030 para alcanzar cierta paridad, tal como lo demostró el sexto informe anual que realiza la GSMA, el Mobile Gender Gap Report, en el que se evalúan condiciones como propiedad de dispositivos y el uso de internet móvil de las personas que habitan países de bajos y medianos ingresos (LMIC, por sus siglas en inglés), ubicados en África, Asia y América latina.
Sobre la base de encuestas realizadas en Egipto, Etiopía, Ghana, Kenia, Nigeria, Senegal, Bangladesh, India, Indonesia, Pakistán, Guatemala y México, la GSMA identificó que las mujeres tienen un 19% menos de posibilidades que los hombres de esos territorios a usar internet en su celular, es decir, 250 millones de mujeres menos que de hombres.
Y no solo eso: el nivel de adopción de internet móvil se desaceleró por segundo año consecutivo y apenas 60 millones de mujeres se incorporaron en 2022, por debajo de las 75 millones que lo hicieron en 2021. Con todo, el 61% de las mujeres que habitan estos territorios la usan, otras 900 millones aún no logran hacerlo y son 400 millones las que no tienen siquiera un teléfono celular.
“En un mundo cada vez más conectado es fundamental que nadie se quede atrás. En los países de ingresos bajos y medianos, los teléfonos móviles son la principal y, a menudo, la única forma en que las personas obtienen en línea, especialmente las mujeres”, dice en su introducción este documento y señala que más de 3.400 millones personas de estos territorios acceden a internet en un teléfono móvil y que eso representa el 85% de las conexiones a banda ancha de 2022.
Y continúa: “Mientras más personas usan internet móvil que nunca antes, el acceso es desigual y hay brechas de género significativas. Las mujeres tienen aún menos probabilidades que los hombres de acceder a un teléfono móvil y usar servicios clave, como internet y telefonía. Esto es particularmente cierto para las mujeres en LMICs que son los más desatendidos, incluyendo aquellos con escaso nivel de alfabetización, bajos ingresos, que viven en una zona rural o tiene alguna discapacidad”.
En este estudio, financiado por la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo del Reino Unido (FCDO) y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Sida) a través de la GSMA Mobile for Development Foundation, se verificó que las personas —independientemente de su género— usan del mismo modo el teléfono celular con internet móvil y que, en los casos en que conocen de su existencia, las barreras de acceso son las de asequibilidad a los terminales, la alfabetización y las habilidades digitales, además de igualarse en cuanto a las preocupaciones vinculadas a la seguridad y la protección. Del mismo modo, las personas que sí cuentan con dispositivos y conectividad móvil valoran que su uso diario mejora sus vidas.
“Los teléfonos móviles son la fuente principal, y a menudo la única, de acceso a internet en los LMIC, particularmente en las comunidades rurales, por lo que es alarmante ver que la inclusión digital de las mujeres se desacelera por segundo año consecutivo”, dijo Mats Granryd, director general de GSMA, y consideró que “se necesita una mayor colaboración entre todas las partes interesadas en la comunidad digital, desde los gobiernos hasta los operadores, las ONG y las empresas de internet, para permitir que más mujeres accedan y usen internet móvil y, en última instancia, garantizar que las mujeres no se queden atrás en un mundo cada vez más digital”.
“Hasta ahora, la iniciativa de compromiso de mujeres conectadas de la GSMA ha llegado colectivamente a más de 65 millones de mujeres adicionales con servicios de internet móvil y dinero móvil”, dice la GSMA en su comunicado. Y enumera esfuerzos como la disponibilidad de ofertas de teléfonos con acceso a internet “más asequibles para abordar la sensibilidad de las mujeres a los precios”, la capacitación en habilidades digitales, el desarrollo de casos de uso que atraigan a las mujeres, entre otras estrategias que buscan achicar las barreras existentes.
Esta investigación, además, cuantificó el impacto económico de esta brecha y estimó que cerrarla podría generar 700 mil millones de dólares adicionales en el crecimiento del PIB de estos países en unos cinco años. Inclusive, determinó que trabajar en la eliminación de esta brecha de género (tanto en la propiedad del dispositivo móvil como de su uso), permitirá que la industria móvil produzca 230 mil millones de dólares adicionales en materia de ingresos en estos territorios de poder adquisitivo bajos y medianos de cara a 2030.
Por tanto, este trabajo advirtió la importancia de que los operadores aborden esta problemática, aunque apuntó a un compromiso más amplio, donde también señaló la relevancia del rol de las empresas de internet, los gobiernos y los reguladores, pero también de toda la comunidad.
Fuente: telesemana.com